28 jun 2012

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Bradbury 4


A Conversation with Ray Bradbury: “How I fell in love with books”
“Los libros son inteligentes, brillantes y sabios. Ama lo que haces
y hace lo que amas.
No escuches a nadie que te diga lo que no debes
hacer.
Uno hace lo que quiere, lo que le gusta. La imaginación
debe ser el centro de tu vida”.

Para ver el video:  http://www.youtube.com/watch?v=EzD0YtbViCs&feature=player_embedded

21 jun 2012

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Bradbury 3

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Por Neil Gaiman
La semana pasada, en una cena, un amigo me contó que había conocido a Ray Bradbury cuando tenía 11 o 12 años. Cuando Bradbury supo que quería ser escritor, lo invitó a su oficina y se pasó medio día diciéndole lo que es importante: que si quería ser escritor, debía escribir. Todos los días. Tuviera ganas o no. Que uno no puede escribir un libro y parar. Que es trabajo, pero el mejor tipo de trabajo. Mi amigo creció y se convirtió en escritor, de los que escriben y viven de lo que escriben. Ray Bradbury era el tipo de persona que le daba la mitad de su día a un chico que quería ser escritor cuando fuera grande. (...)
Hablaba de alegría y de amor. Hablaba sobre seguir siendo un niño por dentro (decía que tenía memoria fotográfica y que recordaba cosas que había visto cuando era un bebé, y quizá decía la verdad). Era amoroso y gentil, tenía esa amabilidad del Medioeste que es algo positivo y no la ausencia de personalidad. Era entusiasta y parecía que ese entusiasmo lo iba a mantener vivo por siempre. Le gustaba la gente, le gustaba de verdad. Hizo de este mundo un lugar mejor, dejó mejores lugares en este mundo: las arenas rojas y los canales de Marte, las Noches de Brujas del Medioeste y los pueblos chicos y las ferias tenebrosas. “Si uno mira su vida, se da cuenta de que el amor es la respuesta a todo”, dijo una vez en una entrevista. Le dio a la gente muchas razones para amarlo. Y nosotros lo amamos.

Ilustración: Lou Romano

14 jun 2012

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Bradbury 2


En La feria de las tinieblas hay una pequeña aparición de un personaje de la infancia de Ray Bradbury: Mr Eléctrico. Era un artista de la feria ambulante Dill Brothers Combined Shows que llegó a Waukegan en 1932.
En aquella época solían pasar muchos circos por Illinois y el pequeño
Ray se fascinaba con el misterio que poseían. El truco más importante
de Mr. Eléctrico era la silla eléctrica: sentado en ella su ayudante bajaba
una palanca para que la electricidad pasara por su cuerpo mientras
se le erizaban los pelos y sacaba rayos de sus ojos. Cuando Ray lo vio
quedó fascinado.
Pero al día siguiente tuvo una mala noticia: su tío favorito había muerto y debía ir a su funeral. Cuando volvía del cementerio con sus padres, alcanzó a ver las carpas del circo y le pidió a su padre que parara el auto. Salió corriendo, escapando de la muerte y regresando a la vida.
Mr. Eléctrico estaba sentado en un banco y le pidió que le enseñara algunos trucos de magia. Mr. Eléctrico lo hizo y después lo llevó a conocer a los integrantes de la feria. El primero que vieron fue el hombre tatuado que más tarde sería “El hombre ilustrado”, luego le presentó al hombre forzudo, a la mujer gorda, al enano y a los trapecistas. Fueron a caminar y
Mr. Eléctrico
le dijo a Ray: “Me alegro de que hayas vuelto a mi vida. Fuiste mi mejor amigo en París en 1918. Te vi morir en mis brazos en las Ardennes. Me alegra que hayas vuelto al mundo. Tenés una cara y un nombre diferentes, pero la luz que brilla en tu rostro es la misma”.
Años después, Bradbury se preguntaba por qué le había dicho eso.
“A lo mejor tenía un hijo muerto, o se sentía solo, o me estaba haciendo una extraña broma. A lo mejor vio la intensidad con la que yo vivía.
Lo que sé es que, cuando me fui, me acerqué al carrusel que tocaba Beautiful Ohio y me puse a llorar. Me sentí cambiado. Ese hombre me dio importancia, inmortalidad, un regalo místico. Volví a casa y empecé a escribir. Nunca paré”.

www.theparisreview.org - Sam Weller

7 jun 2012

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Bradbury 1


No era devoto de la tecnología, no manejaba ni le gustaba viajar en avión, sin embargo se adueñó del espacio y del futuro de la vida en la Tierra como pocos. Unió su nombre a Marte para siempre con Crónicas marcianas. Nunca más se podrá quemar un libro sin pensar en Fahrenheit 451. 
En la foto que ilustra este post se puede ver una colección de comics basados en la obra de Bradbury que editó Byron Preiss Visual Publications NY. Verónica Carman, del equipo de Editopia, integró el equipo que editó este proyecto.
La ciencia misma explica fenómenos con su teoría del “efecto mariposa”.
Y sin embargo, se negaba a ser considerado un escritor de ciencia ficción. Entusiasta irrenunciable, autor de decenas de libros que esconden –todos– algo memorable, lírico, elegíaco, tan cerca de una galaxia remota como de Huckleberry Finn, quizás el secreto de Ray Bradbury sea que convirtió sus propios libros en máquinas del tiempo perfectas que, sin importar los escenarios, los planetas ni los años, viajan siempre al mismo lugar: la infancia perdida. Quizá por eso miles de chicos entraron a la literatura por sus libros y muchos –hoy escritores reconocidos– decidieron quedarse a vivir ahí y sentarse a escribir. A los 91 años, murió el único humano que llegó a Marte.

Pagina 12 / Radar