5 nov 2010

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infancia 2














Canción de la niñez, Peter Handke, 1992

"Cuando el niño era niño
andaba con los brazos colgando,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuera un torrente,
y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño
no sabía que era niño,
para él todo estaba animado,
y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño
no tenía opinión sobre nada,
no tenía ninguna costumbre,
se sentaba en cuclillas,
tenía un remolino en el cabello,
y no ponía caras cuando lo fotografiaban.
Cuando el niño era niño
era el tiempo de preguntas como:
¿Por qué yo soy yo y por qué no tú?
¿Por qué estoy aquí y por qué no allí?
¿Cuando empezó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo y oigo y huelo,
¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo?
¿Existe de verdad el mal
y gente que realmente son malos?
¿Cómo puede ser que yo, el que soy,
no fuera antes de devenir, y que un día yo,
el que yo soy, no seré más ese que soy?
Cuando el niño era niño
le costaba tragar las espinacas, los porotos,
el arroz con leche y el coliflor saltado,
y ahora come todo, no sólo por necesidad.
Cuando el niño era niño
alguna vez despertó en una cama extraña,
y ahora, una y otra vez.
Muchas personas le parecían bellas,
y ahora, sólo con suerte.
Imaginaba claramente un paraíso,
y ahora, cuando mucho, lo adivina.
No podía pensar una nada,
y hoy, se estremece ante ella.
Cuando el niño era niño
jugaba entusiasmado,
y ahora se concentra como antes
solo cuando se trata de su trabajo.
Cuando el niño era niño
las manzanas y el pan le bastaban de alimento,
y todavía es así.
Cuando el niño era niño
las moran le caían en la mano,
como sólo caen las moras,
y aún es asi todavía;
las nueces frescas le ponían áspera la lengua,
y ahora todavía;
encima de cada montaña tenía el anhelo de una montaña más alta,
y en cada ciudad el anhelo de una ciudad aún más grande,
y siempre es así todavía.
En la copa del árbol tiraba de las cerezas
con igual deleite como hoy todavía;
se asustaba de los extraños,
como todavía se asusta;
esperaba las primeras nieves,
y todavía las espera.
Cuando el niño era niño
lanzó un palo como una lanza contra el árbol,
y hoy vibra ahí todavía."


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