22 mar 2011

, , , , , , , , , , , ,

marzo: Building Block Library























En el año 2009 Judy MacDonald nos propone realizar los readers que habrían de comercializarse en Japón, donde comenzaría un proceso de incorporar el idioma inglés como segunda lengua en la educación oficial. El proyecto consistió en crear la marca Building Block Library y la identidad de la colección de 9 niveles, proponer un equipo de ilustradores infantiles y realistas y llevar adelante la coordinación y diseño de cada uno de los readers. El trabajo fue arduo, especialmente porque la cultura japonesa es diferente a la nuestra y tuvimos que adaptarnos a los requerimientos de un cliente exigente. La impresión se realizó en Corea y los resultados han sido excelentes.

20 mar 2011

, , , , ,

Japón 1























Luego de dos años de intenso trabajo, el 15 de marzo de 2011, finalizamos la colección de readers para Japón. Estábamos enviando el material para imprenta tan sólo cuatro días después del terremoto a 130 km de la costa Noreste de ese país y el terrible tsunami que éste provocó.
En un momento tan oscuro para Japón los mensajes que nos enviaban eran optimistas con respecto al terremoto, habituados como están a sufrir miles de temblores y cataclismos (de hecho la palabra tsunami es japonesa, tsu: puerto o bahía; nami: ola). Desde Argentina, acostumbrados a otro tipo de crisis, estábamos preocupados por la catástrofe provocada por la naturaleza.
Tanto a ellos como a nosotros sí nos preocupan los efectos de la radiación tras el tsunami que afectó a sus plantas nucleares de energía eléctrica en Fukushima.
Deseamos que se resuelva pronto el accidente nuclear nipón. Y creemos que apostar a las energías renovables y a la eficiencia energética debería ser una prioridad para la humanidad.

Japan, Daniel Freytag, 2011
, , , , ,

Japón 2




Rashomon, Ryinosuke Akutagawa, 1915 (fragmento)
Era un frío atardecer. Bajo Rashomon, el sirviente de un samurai esperaba que cesara la lluvia. No había nadie en el amplio portal. Sólo un grillo se posaba en una gruesa columna, cuya laca carmesí estaba resquebrajada en algunas partes. Situado Rashomon en la Avenida Sujaltu, era de suponer que algunas personas, como ciertas damas con el ichimegasa o nobles con el momiebosh, podrían guarecerse allí; pero al parecer no había nadie fuera del sirviente. Y era explicable, ya que en los últimos dos o tres años la ciudad de Kyoto había sufrido una larga serie de calamidades: terremotos, tifones, incendios y carestías la habían llevado a una completa desolación. Dicen los antiguos textos que la gente llegó a destruir las imágenes budistas y otros objetos del culto, y esos trozos de madera, laqueada y adornada con hojas de oro y plata, se vendían en las calles como leña. Ante semejante situación, resultaba natural que nadie se ocupara de restaurar Rashomon. Aprovechando la devastación del edificio, los zorros y otros animales instalaron sus madrigueras entre las ruinas; por su parte ladrones y malhechores no lo desdeñaron como refugio, hasta que finalmente se lo vio convertido en depósito de cadáveres anónimos. Nadie se acercaba por los alrededores al anochecer, más que nada por su aspecto sombrío y desolado.
...
Rashomon, Akira Kurosawa, 1950